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Yoani Sánchez La bloguera de Cuba lo cuenta todo

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LA HABANA, CUBA. (Redacción).- La bloguera cubana Yoani Sánchez, ha relatado este sábado las vejaciones a las que fue sometida durante su enciero de unas 30 horas, cuando iba a cubrir el juicio de al español Ángel Carromero por el accidente en el que falleció el disidente Oswaldo Payá.

«Lo mas triste y significativo es el drama que vive la familia de Oswaldo Payá. Nuestros arrestos no son NADA comparados con esa perdida», relataba la bloguera en su perfil de Twitter tras su liberación.

En un recuento del arresto de «mayor duración, amplitud y envergadura» que ha sufrido, la activista precisó que ella, y los periodistas independientes Reinaldo Escobar, su esposo, y Agustín López, fueron detenidos en la ciudad oriental de Bayamo, adonde se dirigían con «un afán periodístico» a presenciar el juicio .

«En este caso tenía bastante optimismo de que nos iban a dejar entrar al juicio porque creía que el gobierno tenía interés de que fueran bastantes personas y había creído lo que decía ‘Granma’ (el periódico oficial) de que sería oral y público», señaló. «Pasó en el momento en que menos esperábamos», durante un viaje que «no era clandestino».

«Fue un operativo policial enorme el que desplegaron a la entrada de Bayamo (750 kilómetros al este de La Habana) para detenernos», relató. Un oficial de la policía le manifestó que ella quería «boicotear» el juicio de Carromero.

En el ‘calabozo’

La bloguera relata en el último post de su blog, ‘Generación Y’, detalles de la detención: «El sudor de aquellas tres mujeres que me metieron en un auto policial aún lo tengo pegado en la piel y bien adentro en las fosas nasales. (…) Una me miraba con especial sorna. (…) Fue ella la que hurgó bajo mi saya con mayor deleite, mientras otras dos uniformadas me agarraban para hacerme la ‘requisa’. Más que buscar algún objeto escondido, esa revisión perseguía el objetivo de dejarme con una sensación de violación, de indefensión, de estupro».

«Cada seis horas cambiaban a mis guardianas. En el turno de la medianoche se notaban menos estrictas, pero yo me encerré en mi mutismo y nunca respondí a sus preguntas. Me evadí en mí misma», explica en su post.

«Durante [la] detención me negué a comer y a tomar cualquier líquido. El primer vaso de agua que me tomé al llegar a casa [fue] como fuego en el esófago», relata a través de su cuenta de Twitter. Sánchez explicó a Efe que durante el tiempo que permaneció en un departamento de instrucción de la policía en Bayamo su bolso fue requisado, estuvo internada en una «especie de calabozo».

Asimismo, resume que en su traslado de regreso a La Habana «veníamos en una caravana que parecía que estaban transportando al equivalente de Pablo Escobar en Cuba».

Trabajar

Ahora dice que se recupera físicamente porque tiene síntomas de deshidratación, pero que su premisa fundamental es «seguir trabajando» en el periodismo que en esta ocasión le reportó «una sorpresa muy linda» en la red de Twitter por «la cantidad de personas que han estado al tanto y preocupadas por mi».

Su determinación es «trabajar y trabajar» en el periodismo, y agradeció la «solidaridad increíble» recibida de mucha gente en la isla y el mundo, lo que ella define como una «sorpresa muy linda».

Un día después del juicio celebrado en Cuba contra el español Ángel Carromero, la familia del fallecido opositor Oswaldo Payá cuestiona ese proceso, sigue poniendo en duda la versión oficial del accidente de tráfico e insiste en reclamar una investigación independiente.
«Yo sencillamente no creo en el juicio», dijo hoy a Efe Ofelia Acevedo, la viuda de Payá, en el lugar donde el 22 de julio pasado se produjo el accidente en el que murió el opositor, en las cercanías de la ciudad oriental de Bayamo.
Por primera vez desde la muerte de su marido, Acevedo visitó acompañada de sus tres hijos -Rosa María, Oswaldo José y Reinaldo Isaías- la zona del suceso, una experiencia que, según dijo, fue «muy dolorosa».
«Creo que aquí pasaron otras muchas cosas (de las) que tal vez yo nunca me entere, porque las víctimas, según el código civil cubano, no tenemos derecho a nada», lamentó la viuda de Payá.
Al visitar el lugar «estoy confirmando que ese carro (vehículo) jamás pudo dar esas vueltas en este terraplén, esto no es un terreno resbaladizo, cuando miro el árbol (…) jamás pienso que en ese árbol pudo impactar el carro de esa manera. Creo que aquí pasaron otras muchas cosas», agregó.
La familia de Payá viajó el jueves a Bayamo (a 750 kilómetros al este de La Habana), donde ayer viernes se celebró el juicio contra el español Carromero, acusado de homicidio imprudente como conductor del vehículo accidentado donde viajaban Payá y el opositor Harold Cepero, que también murió en el suceso.
Los hijos del fallecido opositor intentaron asistir al juicio pero las autoridades cubanas se lo impidieron y permanecieron varias horas detrás del cordón policial que restringía el acceso a la zona del tribunal.
«A mis hijos no los dejaron entrar al juicio. Ellos querían venir al juicio en contra de mi voluntad (…). Pero ellos querían saber lo que ocurría y lo que iban a decir», manifestó este sábado Acevedo.
La familia de Oswaldo Payá, quien lideraba el opositor Movimiento Cristiano Liberación (MCL), no ha presentado cargos contra el joven español porque le consideran inocente.
El juicio contra Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, quedó ayer listo para sentencia tras once horas de declaraciones e interrogatorios.
La fiscalía cubana mantuvo su petición de siete años de prisión para el acusado, mientras que la defensa solicitó su absolución por falta de indicios penales contra Carromero al considerar que las causas del siniestro fueron el estado de la carretera en obras y una deficiente señalización.
El joven español confirmó en la vista la versión del accidente de tráfico al reiterar que perdió el control del vehículo cuando entró en el tramo de obras, aunque niega que condujera con exceso de velocidad, la causa, según la investigación oficial y la fiscalía, del siniestro.
El tribunal tiene seis días hábiles para emitir la sentencia pero puede prorrogarse el plazo si así lo deciden las autoridades judiciales de la isla.
La polémica acompañó a este juicio por la detención en la víspera de la bloguera crítica Yoani Sánchez, su marido y un periodista independiente, quienes habían viajado a Bayamo para asistir a la sesión.
Tras 30 horas de arresto, Sánchez y el resto de los detenidos fueron liberados.
La autora del Blog «Generación Y» dijo hoy a Efe que esta detención ha sido la de «mayor duración, amplitud del operativo y envergadura», en comparación con las dos anteriores que ha experimentado.
Explicó que había creído lo que anunció el periódico oficial «Granma» de que el juicio sería oral y público, pero su optimismo se vio frustrado cuando la detuvieron junto a sus acompañantes «en el momento en que menos esperábamos».
Yoani Sánchez dijo que le llamó la atención este episodio que demostró «un grado mucho mayor de beligerancia».
La opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) ha denunciado entre ocho y doce detenciones de disidentes en Bayamo en coincidencia con la celebración del juicio a Carromero.

redaccion

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