ColumnistasJosé Luis Ortega Vidal

Hipótesis sobre el asesinato del periodista Javier Juárez Vázquez

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CLAROSCUROS
José Luis Ortega Vidal

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“José Zorrilla le dijo a Buendía que la situación del tráfico de drogas ligado con la CIA era muy delicada, y le advirtió que era mejor no hablar del asunto. El jefe de la policía envió a un grupo de agentes de la DFS que aparentemente tenían la misión de brindar seguridad al columnista de Excélsior y a su familia. No obstante, Manuel Buendía fue asesinado por integrantes de la DFS 41 días después. Una hora más tarde, Velasco –la principal fuente de información de Buendía sobre la agencia estadounidense- también fue asesinado en Veracruz. La muerte había sido “aprobada por (Manuel) Bartlett Díaz”, entonces Secretario de Educación, se afirma en el informe de la DEA. Naturalmente, la DFS tomó el control de las investigaciones sobre el asesinato de Buendía: apenas 13 minutos después de la ejecución, Zorrilla llegó a la escena del crimen y alteró las pruebas”.

Hasta aquí cito un texto de la página 96 en el libro “Los Señores del Narco”, de la periodista Anabel Hernández.

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A Manuel Buendía Téllezgirón lo mataron con cinco balazos en la espalda la tarde del 30 de mayo de 1984.
Aquel, fue también el último día en que se vio con vida al periodista de Coatzacoalcos Javier Juárez Vázquez.
Anabel Hernández se refiere a “Velasco –la principal fuente de información de Buendía sobre la agencia estadounidense-“ en el trabajo de investigación que ha publicado sobre el narcotráfico en México.
En esa obra, la periodista determina que Veracruz fue sede –en la década de los 80s- de un complot organizado por la CIA -organismo de inteligencia de Estados Unidos- con la complicidad de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y de la Procuraduría General de la República (PGR) del gobierno mexicano.
Sin dar datos específicos, “Los Señores del Narco” aborda una serie de sucesos a los que les encuentra una relación.
Concretamente, se refiere a la existencia –en territorio veracruzano- de un rancho propiedad de Rafael Caro Quintero, en el cual fueron asesinados 19 (sic) agentes policiacos de la PGR en 1985.
En la época referida por la periodista –y de hecho en toda la historia de Veracruz- sólo ha existido una matanza como la que ella describe y ocurrió precisamente entre el 1 y 2 de noviembre de 1985 en la comunidad de “Rodolfo Sánchez Taboada”, en el Uxpanapa, al sur de la entidad.
Allí fueron asesinados 22 agentes federales, presuntamente en el contexto de una investigación sobre el narcotráfico en esta zona.
Hernández –empero- señala que además del narcotráfico los agentes federales asesinados en Sánchez Taboada fueron víctimas de un cruce de intereses y de falta de coordinación entre la CIA, la DFS y la PGR.
En Sánchez Taboada –se deduce de la investigación de Anabel Hernández- se ubicaba el centro de entrenamiento de un grupo guerrillero centroamericano; quizá guatemalteco, tal vez nicaragüense.
Dicho centro, en todo caso, colindaba con un espacio en el que el narcotráfico operaba para el paso de droga que finalmente era enviada hacia Estados Unidos.
El trasiego de cocaína de Colombia vía el sur de Veracruz, permitía obtener financiamiento a favor de la Contra Revolución de Nicaragua, encabezada por el “Comandante Cero”: Edén Pastora; a quien apoyaba la CIA en su “lucha” contra el “comunismo” en Centroamérica; concretamente contra el sandinismo nicaragüense.

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Un periodista veracruzano al que Anabel Hernández identifica como Velasco informaba sobre estos sucesos al columnista Manuel Buendía, quien escribió durante años su columna “Red Privada” en el periódico Excélsior.
Velasco, en realidad se habría llamado Javier Juárez Vázquez; periodista porteño cuyo cadáver fue encontrado el 31 de mayo de 1984 a la orilla de la vieja carretera Coatzacoalcos-Minatitlán.

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Oficialmente, el asesinato de Javier Juárez Vázquez nunca se aclaró.
Del libro “Los Señores del Narco” se deduce que el periodista nativo de Coatzacoalcos habría sido asesinado por el Estado mexicano; al mismo tiempo que su colega y amigo y Manuel Buendía.
Ambos crímenes -de acuerdo a esta versión- fueron un antecedente clave de la masacre de “Sánchez Taboada” que habría de ocurrir un año después en el mismo contexto y por parte de los mismos cómplices: la CIA, la DFS y la PGR.

ULTIMA PARTE

redaccion

Difundirán programa sobre la Historia de Poza Rica

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