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El gas doméstico en Pemex

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Prospectiva
Por JAIME RÍOS OTERO

Vaya que este es un gobierno con mala suerte. Sólo así se puede explicar que en la empresa oficial responsable de los hidrocarburos ocurra una explosión causada por gas, en un edificio donde no hay manejo industrial de ese fluido. Es el colmo que Petróleos Mexicanos no maneje bien ni siquiera el gas doméstico que emplea en sus oficinas de cuartel general.

Dan ganas de decir ¡pero en qué manos estamos!, tal como le dijo su papá a una adorable amiga cuando, por traer ella el control del volante, el vehículo familiar erraba por las calles de Cancún sin encontrar la salida. Finalmente, el padre la obliga a darle el control y cuando ella se baja, se percatan de que traía las chanclas al revés, lo que hace exclamar al indignado papá médico “mira nada más ¡en manos de quién veníamos!”.

Pues es el caso de Pemex. A un edificio tan imponente y lujoso como la dichosa Torre resulta que no le dan mantenimiento, a tal punto que tuvieron acumulaciones de gas en los sótanos, mismas que acabaron por generar una explosión de tal magnitud que mató a cuatro decenas de personas e hirió a 100 más, a la vez que dañó tres pisos del rascacielos. ¿A nadie le llegó siquiera el olor del fluido que escapaba?

Imagínese usted, si eso ocurre en pleno corazón de la ciudad de México, cómo estarán las instalaciones industriales, las factorías y los ductos que recorren los estados del país, que exigen medidas mucho más rigurosas. ¿Acaso en ese lujoso edificio no se aplican planes de mantenimiento, medidas de seguridad e higiene, protocolos, revisiones periódicas en busca de anomalías, etcétera?

Vamos de un ridículo a otro, refrendando nuestro prestigio de país surrealista, donde lo insólito es cotidiano, y lo que para otras culturas significaría cambios profundos en las estructuras gubernamentales, a los mexicanos apenas nos conmueve, porque nos da argumentos para la distracción y el chacoteo.

Apenas empezado el año, hemos atestiguado una leyenda que habla de perros asesinos, versión que supuestamente no es descabellada, pero sí lo es por los canes que fueron “encarcelados”, callejeros pulgosos cuya ferocidad no convence; fue liberada y convertida en heroína una secuestradora por la que Francia casi nos declara la guerra (otra vez); fue exonerado el partido oficial de cualquier delito relacionado con los gastos de campaña, lo que les parece insólito aun a los propios priistas que participaron en el derroche…

Y ahora Petróleos Mexicanos, compañía responsable de una de las reservas de hidrocarburos más grandes del mundo, y por tanto una de las empresas más poderosas del planeta, sufre un ridículo accidente doméstico nada menos que con una de las sustancias que tiene la responsabilidad de producir, que es el gas.

Acostumbrado como está al escándalo, sin que eso merme en absoluto su deleite por el poder o le haga asumir decisiones que indiquen responsabilidad y un poco de moral pública, no se ve que el asunto vaya a causarle mayor mella al gobierno. Se sumará a todos los hechos accidentados y tortuosos que les han permitido a sus protagonistas llegar a la cúpula.

Pero sí le hará mella si en el afán de mostrar fortaleza, no está diciendo la verdad, y en realidad se hubiera tratado de un atentado, como han especulado algunos medios especializados en el periodismo de investigación, que le achacan el ataque a los Zetas.

Temas misceláneos
***  El club rotario Millenium está promoviendo una conferencia del popular escritor Carlos Cuauhtémoc Sánchez, que se efectuará el 7 de marzo, a las 5 de la tarde, en el auditorio de la Sección 32 del SNTE. Esta actividad tiene el propósito de recaudar fondos que serán enviados al Rotarismo Internacional para sus programas de vacunación contra la poliomielitis.
columnaprospectiva@gmail.com

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