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El Papa opacable

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Prospectiva
Por JAIME RÍOS OTERO

La justificación de que el Papa Juan Pablo II no haya renunciado a su pontificado, se atribuye a que él mismo no quiso hacerlo para evitar la incomodidad que resultaría con la existencia de “dos papas”, es decir, era cuidadoso respecto del problema que iría a significar su fuerte presencia en relación con la imagen, apenas en camino de conocerse y consolidarse, de su sucesor.

Dicen los ortodoxos que el poder no se comparte, se ejerce. Y esa pareció ser la tónica seguida por Juan Pablo, que aguantó estoicamente hasta el último momento de su vida las pesadas cargas de la administración, el protocolo, las relaciones públicas, los interminables problemas, que conlleva ser el líder de millones de almas de todo el mundo.

Benedicto ha preferido dimitir y el mundo católico se estremece ahora ante un hecho escasas veces ocurrido en el seno de la milenaria institución. Parece que sólo tres veces ha habido renuncias papales; en otros casos, los han derribado, se han complotado o los han asesinado, pero las defecciones han sido escasas.

En Veracruz no se comparte esa visión del poder incompartible. El antiguo papa está más presente que nunca, ahora físicamente, antes por celular. Los agoreros de la política dicen que vino a tranquilizar las alteraciones que sufren sus correligionarios ante dos posibilidades extremas: uno, la alianza PAN-PRD, que pone en grave riesgo de derrota al PRI, dos, la eventualidad de que Miguel Ángel Yunes Linares quede en la primera posición de las plurinominales de esa alianza, y por consiguiente, que pueda controlar el Congreso del Estado.

Eso sería el acabose. Un Congreso opositor, controlado por un personaje de esta índole, metería de inmediato las narices por todos lados, y causaría delicadas incomodidades sobre temas que tienen que ver con el manejo de los recursos públicos, préstamos, contratos, adjudicaciones, resultados de auditorías, aplicación de las partidas presupuestales, protección a servidores obligados a destinar dineros para campañas, etcétera, etcétera.

¿Y de los priistas veracruzanos quién tiene los tamaños para ponerse frente a Yunes Linares? No hay mucha gente. Usualmente semillero de políticos de primer nivel, en los tiempos actuales los potreros tienen puras vacas flacas; sólo Fidel, los demás son morralla, gente menor que carece de trascendencia nacional.

Dicen que ha venido a operar la elección o que estaría en el primer lugar en la lista de los pluris del PRI. Lo cierto es que su presencia pública en el carnaval causó conmoción. Fue el centro de atención; el pueblo veracruzano, olvidadizo, buscaba saludarlo, acercársele. Ahí se desdeñó la deuda de los 59 mil millones en que dejó zambutida a la entidad.

Desgraciadamente, su presencia llevó al inmediato esquema de las comparaciones y él queda como centro de los reflectores, igual que quedará si comienza a hacer vida pública en el Estado, opacando todo lo que pueda ser opacable. ¿Habrán valorado ya en palacio que los políticos, los grupos, las organizaciones, pueden buscar una interlocución diferente, fuera de la institucional? Este no juega, domina todo el espectro y aprovecha todo.

Temas misceláneos
*** Otros que están conmocionados son los servidores públicos del Poder Judicial Federal, allá por el Arco Sur, por el ambiente de terrorismo internacional que están padeciendo, como si el propio Osama Bin Laden los hubiera amenazado con estallar los edificios.

Todos los días, a su llegada, al pasar el acceso vehicular, se identifican, son obligados a descender de los coches, abren las cajuelas y ponen a disposición sus bolsos o portafolios para que elementos de la Policía Federal, armados con rifles R 15 y armas cortas de asalto, las inspeccionen, lo mismo que a las unidades.

Tal protocolo riguroso de seguridad provoca que se forme una larga hilera de vehículos de los empleados, que sale del edificio y se extiende hacia la avenida Culturas Veracruzanas.

Ah, pero no todos los servidores públicos son revisados. Se exceptúan los jueces, los magistrados y la persona que dio la orden de estos operativos mediante una circular que emitió el 5 de este mes: la contadora Clarivel Hernández Lira, administradora regional del Consejo de la Judicatura Federal.
Estos funcionarios no son molestados en sus derechos humanos. La prole judicial, sí.

columnaprospectiva@gmail.com

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