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Elba Esther no se fue: cayó

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Prospectiva

Por JAIME RÍOS OTERO

Era claro que la suerte de La Maestra estaba echada. Esta columna lo previó en su edición del 22 de agosto del 2012. Con el título “Elba Esther no se va: caerá”, analizábamos lo que ya para entonces era un escenario transparente, que anticipaba el fin del reinado absoluto de una de las mujeres políticas más apasionantes, la más controvertida, detestada, polémica y poderosa que ha existido en toda la historia de México.

Decíamos en aquel entonces que estaba en un tris de ser víctima de un “quinazo”, aunque más bien debería ser de un “jonguitudinazo, en alusión a la suerte similar que corrió su antecesor Carlos Jonguitud Barrios, que a su vez fue beneficiario del “sanchazo” operado en 1976 contra quien era líder del SNTE, Manuel Sánchez Vite.

Casi 24 años sobrevivió este ente femenino, inaudito, del sistema político mexicano, que hizo del liderazgo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación un búnker personal, a toda prueba, hasta llegar a ser un factor real de decisión en el reparto del poder, imprescindible en la distribución de puestos, privilegios y canonjías. Considerábamos entonces que el verdadero enemigo de Elba Esther no era Enrique Peña Nieto propiamente, sino Manlio Fabio Beltrones, otro personaje de su mismo calibre, aunque entonces todavía se ignoraba que sería otro encarnizado enemigo de ella, Emilio Chauyffet Chemor, quien llegaría a convertirse en la patronal del sector educación.

Igual que ocurre con aquellos que disfrutan el poder al máximo, sin reserva ni medida, a La Maestra la perdieron sus excesos. Producto del sistema, se dio el lujo de comportarse de forma veleidosa, caprichosa, desafiante y humillante con los demás miembros de su clase. Siguió una agenda particular, jugó con el poder, se consagró como gladiadora ruda, tramposa, sin escrúpulos y carente de ética. Con Manlio Fabio, ejemplar superviviente de la escuela clásica de don Fernando Gutiérrez Barrios (el que hizo caer a La Quina, Barragán Camacho y Jonguitud), La Maestra cultivó el resentimiento. Ella le ganó a él la coordinación de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados en 2003, pero el sonorense se alió con el entonces dirigente partidista, Roberto Madrazo, y consiguió que la destituyeran.

Luego, logró expulsar al Panal de sus alianzas con el PRI. Y con Chuayffet, los desencuentros empezaron desde 1998, dicen las crónicas, cuando aquel, a la sazón secretario de Gobernación, intentó dejarla fuera del sindicato. Luego, don Emilio también participó en el desconocimiento a la Gordillo como coordinadora diputadil, hecho que fue generado, dicen que entre otras cosas, por la adhesión de ella a Vicente Fox y su interés de aplicar el IVA  a alimentos y medicinas, y de crear un “impuesto a la producción y el intermediarismo” y otro llamado “impuesto de control”, de 8 por ciento.

Eso llevó a que La Maestra, en el colmo de la soberbia, le preguntara al hoy secretario de Educación, “Licenciado ¿qué epitafio quiere que le ponga en su tumba?”.  La caída de Elba Esther Gordillo, como es obvio, debilita y materialmente noquea la lucha que estaban pretendiendo los profesores para oponerse a la reforma educativa. Pocos dirigentes de las secciones del sindicato más poderoso de América Latina tienen tan poca cola como para exponerse a que las investigaciones por desvío de recursos sean profundizadas aún más. A las redes sociales, tan activas e ingeniosas, nada las calma. Para los facebookeros, es sólo una cortina de humo para esconder la privatización de Pemex y la aplicación del IVA a medicinas y alimentos.

Temas misceláneos *** En el nivel internacional, se anuncia una nueva sacudida en la economía y vida de los Estados Unidos de América. No hay acuerdo sobre el presupuesto entre la Casa Blanca y el Congreso, por lo que este fin de semana entrará en vigor un recorte en el gasto público, que provocará pérdidas en miles de empleos y desaceleración en el crecimiento económico.

Según la propia Casa Blanca, esta situación generará situaciones que gráficamente se describen como que “los veteranos de guerra dejarán de cobrar sus cheques, habrá largas colas y retrasos en los aeropuertos porque habrá que reducir las horas de trabajo de controladores y personal de seguridad, miles de familias se quedarán sin ayuda escolar o sin atención sanitaria, se retrasarán las gestiones de todos los ministerios, 800 mil empleados civiles del Pentágono tendrán que tomarse días de descanso sin cobrar, (y) 10 mil maestros serán temporalmente enviados a casa” (El País de España). Es algo que puede colapsar al mundo.

columnaprospectiva@gmail.com

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