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Buganza no quiere, aunque puntea

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ARTURO REYES ISIDORO. Xalapa, Ver.- En un muy breve comentario, la columnista Elia Melchi Reyes publicó en el diario Notiver (10/04/14) que, según se dice al interior del Gobierno del estado, el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón, encabeza las encuestas como el mejor posicionado de los miembros del gabinete estatal para relevar al gobernador Javier Duarte de Ochoa en 2016.

No anda mal en su información. En efecto, quienes tienen acceso a documentos internos comentan que las encuestas, al menos la última que se practicó recientemente, lo ubican por encima de sus compañeros de equipo, incluso de quienes se pensaba que estaban mejor posicionados o que había la intención de impulsarlos como posibles candidatos del PRI por ser allegados al titular del Ejecutivo del estado.

En 2011, en el primer año de la actual administración, el entonces secretario de Gobierno me expresó su firme determinación de que no buscaría entrar al juego del proceso sucesorio, que no le interesaba y que su mayor aspiración era poder terminar en el cargo, cosa que, ya se vio, no pudo conseguir, pues finalmente lo enviaron a la SIOP.

Buganza contendió en 2004 como abanderado del PAN en contra del entonces candidato del PRI Fidel Herrera Beltrán. Aquel proceso fue muy competido y estuvo muy reñido, tanto que el resultado final se decidió en tribunales electorales a favor del priista, aunque Buganza dice estar seguro que ganó, afirma que tiene pruebas, pero que su derrota la negoció el entonces presidente Felipe Calderón con información dolosa del entonces neopanista Miguel Ángel Yunes Linares.

Desencantado renunció a su militancia panista y se volvió apartidista, aunque creó un grupo ciudadano para seguir participando en la vida pública de Veracruz, grupo que fue determinante para el triunfo de Javier Duarte de Ochoa, a cuya candidatura se sumó en el proceso de 2010 con lo que de paso tomó venganza contra Yunes Linares, quien era el candidato blanquiazul al Gobierno del estado.

Eso le valió que fuera invitado a ocupar la Secretaría de Gobierno, la posición política más relevante después de la del gobernador, en la que estuvo dos años y medio, aunque no se volvió a afiliar a ningún partido, no obstante que fue invitado a ingresar a las filas tricolores, cosa que sí aceptó, por ejemplo, otro paisano suyo de Córdoba y también de origen panista, el secretario de Desarrollo Económico, Erik Porres Blesa.

Lo que se sabe es que a su salida de la Secretaría de Gobierno había decidido retirarse a la vida privada, pero el gobernador Javier Duarte le hizo la invitación especial para que aceptara continuar en su equipo, y fue como llegó a la SIOP, desde la cual emprendió una limpia de malos funcionarios y destapó un fraude multimillonario de empresas constructoras que están demandadas ante la PGR y la Procuraduría General de Justicia del estado, hecho que lo tiene en el centro de la noticia.

Esto último y su buen desempeño como secretario de Gobierno le han permitido crearse una muy buena imagen, lo que explica por qué el resultado de las encuestas, e incluso se sabe que líderes políticos de partidos de oposición, no necesariamente el PAN, así como políticos relevantes del Distrito Federal, le han expresado ya su apoyo para que participe en el proceso sucesorio, a lo cual sistemáticamente se niega.

Según sus allegados, Buganza piensa terminar el gobierno con Javier Duarte de Ochoa, está decidido a apoyarlo con todo y no lo distrae el canto de las sirenas, además de que sabe muy bien que las circunstancias están dadas para que un senador de apellido Yunes reciba el respaldo presidencial para que llegue a la gubernatura en 2016.

Lo que queda claro es que el ciudadano, el electorado está urgido de buenos políticos y funcionarios, que estén decididos a combatir la corrupción como en el caso de Buganza, a cumplir con pendientes como él lo hace con obras que debieron haberse terminado desde 2007 y él las ha reactivado, y que a cambio está dispuesto a brindarle su apoyo para tareas mayores, incluso la gubernatura.

Buganza ha dicho que no y lo sigue sosteniendo, y no se ve que el tema le ocupe ni le preocupe, ni le interese. Pero la política es impredecible, como la vida misma. Habrá que ver qué dice y cómo se presenta el futuro. Pero de que el cordobés puntea entre sus compañeros, se afirma que no hay ninguna duda.

redaccion

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