ColumnistasJAIME RÍOS OTERO

Los médicos de genéricos

0

Prospectiva
Por JAIME RÍOS OTERO

Decía el doctor Enrique Osorno, inolvidable compañero de los tiempos del Diario, que los mejores médicos son aquellos que curan a la gente pobre, es decir, los que carecen de la posibilidad de mandar a hacer radiografías, ultrasonidos, análisis de los líquidos corpóreos, etcétera, porque saben que sus clientes no pueden pagar. Entonces no les queda a esos galenos más que aplicarse con su solo conocimiento y experiencia, y recetar bien, de forma certera y barata, y curar.

Porque también saben que sus pacientes muy seguramente no tendrán dinero para venir a una nueva consulta.

Esta vez la columna será para reconocer la labor de los médicos que son pagados por grandes empresas farmacéuticas y que dan consultas gratis, pero no sólo a la gente de muy escasos recursos, sino a personas de toda clase. Son tan accesibles, no se requiere hacer cita con ellos, basta llegar, hacer fila si hay mucha demanda, y recibir un servicio rápido, satisfactorio y barato, porque generalmente prescriben medicina de genéricos.

Sin duda que las compañías que los patrocinan deben obtener ganancias multimillonarias por la prestación de un servicio que para ellas debe ser baratísimo, pero están haciendo un gran servicio a la sociedad, en tiempos en que tanto el Seguro Social, como el Issste y los hospitales del Sector Salud están saturados, llenos de burócratas amargados, inconscientes y crueles a quienes en mala hora se las ha habilitado con las armas sagradas de la curación.
No son todos, por supuesto, pero los casos de mala atención y de malos tratos para los sufrientes, son calvarios que padecen cientos de miles de personas todos los días. Esto, independientemente de la inexistencia de las medicinas, que de cualquier manera tienen que ser rastreadas por la derechohabiencia en las droguerías privadas.

Claro que la atención de los médicos gratuitos en las farmacias tiene límites. No realizan curaciones de heridas ni hacen exploración ginecológica, pero a veces las simples molestias de la gripe y la tos son molestias inenarrables y muy comunes, que no ameritan más que un simple y experimentado vistazo para el diagnóstico y la prescripción, que llevan a que el doctor sea bendecido mil veces por su generosa labor social.

Es sabido que las instituciones de salud del país están en crisis, especialmente el Seguro Social, que a veces pareciera que está en un tris de desaparecer. Por cierto, en estos días el diario Imagen de Veracruz daba la nota de cientos de empleados del Seguro que estaban siendo despedidos.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se encuentra en una crítica situación financiera y es el gasto en nómina y el régimen de jubilaciones y pensiones lo que concentra 88 por ciento de su presupuesto. Además, la explosión demográfica, las cuestiones epidemiológicas y el aumento de vida de la población, que pasó de 61 a 74 años, ejercen una fuerte presión sobre sus finanzas.

A ello se suma que el número de trabajadores activos es cada vez menor que el de pensionados, lo que hace que las cotizaciones de los primeros no sean suficientes para cubrir los gastos de prestaciones de los segundos.

Y dentro de los problemas internos que deberá resolver se encuentra el régimen de jubilaciones y pensiones de sus propios trabajadores que constituyó en 2012 un pasivo del orden de los 1.9 billones de pesos, todo lo que ha llevado a que el Instituto tenga un déficit financiero anual de 18 mil millones de pesos.

Pero quizá sea tiempo de que el IMSS fortalezca su vigilancia sobre los patrones que evaden asegurar a sus trabajadores. Hay empresas que tienen decenas de trabajadores bajo esquemas de contrataciones particulares, subordinados, y que deberían estar cotizando en el Instituto.

Y no hay que buscar mucho, mi querido delegado Antonio Benítez Lucho. Son esas, a las que por razones políticas, se soslaya auditar.

columnaprospectiva@gmail.com

redaccion

Veracruzanos de la zona rural acuden a elegir Agente Municipal

Previous article

México – Francia, una nueva etapa

Next article

You may also like

Comments

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

More in Columnistas