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Advierten a Escocia de divorcio doloroso

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EDIMBURGO, ESCOCIA. (Redacción).- El Primer Ministro británico, David Cameron, apeló a los sentimientos de los escoceses en su última visita a la región antes del histórico referéndum de esta semana, advirtiéndoles que una votación positiva para abandonar a Gran Bretaña será irreversible.

«No habrá vuelta atrás. No hay segunda vuelta. Si Escocia vota ‘sí’, Gran Bretaña se dividirá y seguiremos caminos separados para siempre», dijo el Premier en un discurso en la ciudad escocesa de Aberdeen.

«La independencia no sería un ensayo de separación, sería un divorcio doloroso».

En momentos en que las encuestas de opinión sugieren que el resultado del referéndum del jueves es muy ajustado como para hacer una previsión, Cameron, líder del gobernante Partido Conservador, que tiene su mayor respaldo en Inglaterra, apeló a los electores para que no usen la consulta como un voto de protesta porque están molestos con él o su Gobierno.

El partido de Cameron es impopular entre los escoceses, que tradicionalmente votan por el opositor Partido Laborista y conservan amargos recuerdos del período en el poder de la ex Primera Ministra conservadora Margaret Thatcher entre 1979 y 1990.

Los conservadores tienen apenas uno de los 59 escaños parlamentarios británicos en Escocia, y el partido pro independencia Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) ha surgido en los últimos años como una fuerza política dominante.

«Sé que la gente que lidera la campaña por el ‘sí’ pintan una Escocia mejor en todo, y puede que sean muy buenos dibujando esa estampa. Pero cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, es porque generalmente no lo es», continuó.

«Mi deber es ser muy claro sobre las consecuencias de una victoria del ‘sí'».

El Premier enumeró así lo que sucedería si Escocia se independiza.

«Significaría que dejamos de compartir la misma moneda, que se rompen las Fuerzas Armadas que tantos siglos compartimos, que no se podrán cruzar tan fácilmente las fronteras», advirtió.

«Significaría que el apoyo que tienen ahora de las Embajadas británicas cuando viajan se acabaría, o que si los bancos escoceses atraviesan problemas, serían los contribuyentes escoceses, y sólo ellos, los que cargarían con los costos».

Cameron prometió que los escoceses se beneficiarán de un «programa de descentralización sin precedentes» si rechazan la independencia.

Mientras tanto, el líder del SNP, Alex Salmond, hizo campaña por la independencia en Edimburgo, donde se reunió con líderes empresariales que respaldan la división.

Salmond dijo que Escocia votará por la independencia, y que la próxima vez que Cameron viaje será para discutir los detalles del acuerdo de separación del país.

Los partidarios de la independencia consideran que es hora que Escocia elija a sus propios líderes y se gobierne libre del control de Londres y de políticos que, afirman, ignoran sus puntos de vista y necesidades.

Por el otro lado, quienes se oponen a la independencia señalan que Escocia es más segura y próspera como parte de Gran Bretaña, y que el final de la unión destruirá tres siglos de lazos e historia compartida, además de causar dificultades económicas y financieras.

Fuente: Reforma

redaccion

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