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Las grandes fallas del servicio secreto de USA

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WASHINGTON D. C., ESTADOS UNIDOS. (Redacción).- La Casa Blanca analiza la posibilidad de aplicar nueva tecnología de seguridad y aumentar el personal que cuida al presidente Obama debido a que cualquier persona es capaz de violar los protocolos de vigilancia. Entre las medidas de seguridad se estudia cambiar la verja que rodea la Casa Blanca.

Las recomendaciones de los expertos serán enviadas al Departamento de Seguridad Nacional y al Servicio Secreto cuya misión es proteger al presidente de EU.

Cualquier decisión tendrá que lograr un equilibrio tomando en cuenta varios factores como la protección del presidente y su familia, así como la preservación de la Casa Blanca como destino turístico y casa del pueblo.

Y es que hace dos días, otro hombre logró entrar a la casa presidencial saltando la verja del jardín pese a las medidas de seguridad adoptadas en septiembre pasado cuando un hombre armado entró a la residencia provocando una crisis en el Servicio Secreto.

El sujeto consiguió saltar al jardín norte el miércoles a pesar de las vallas que fueron colocadas alrededor de la verja, pero en esta ocasión fue detenido antes de que lograra llegar a la mansión presidencial.

El Servicio Secreto identificó al intruso como Dominic Adesanya, un joven de 23 años de Bel Air, Maryland.

El padre del joven reveló que su hijo padece problemas mentales y que saltó la verja porque quería hablar con el presidente sobre sus sospechas acerca de que alguien había colocado dispositivos de espionaje en su casa.

Uno de los protocolos que falló en el incidente de septiembre fue que los agentes no soltaron a los perros de ataque, algo que sí hicieron este miércoles y gracias a lo cual pudieron detener a Adesanya antes de que alcanzara el edificio donde se encontraba Obama en ese momento.

Qué pasó en septiembre
El 19 de septiembre pasado Omar J. González se convirtió en el primer intruso en entrar armado en la historia de la Casa Blanca.

Ese grave suceso, unido a otros escándalos que han salpicado al Servicio Secreto, condujo a la dimisión de Julia Pierson, quien en 2013 se había convertido en la primera mujer en dirigir esa agencia de elite dominada por hombres.

González de 42 años, un veterano de la guerra de Irak con supuestos problemas mentales, trepó la valla perimetral de la Casa Blanca, evadió a los agentes mientras corría por el césped e ingresó a la mansión a través de una puerta no asegurada y sin alarma.

El acceso de González en uno de los lugares más seguros del mundo y la respuesta tardía de los agentes fueron analizados como una vergüenza para el Servicio Secreto, cuya responsabilidad de más alto perfil es proteger al presidente de EU y a su familia.

Pero hay otros incidentes que han puesto los pelos de punta del Servicio Secreto como el día en que el presidente Obama subió a un elevador donde había un hombre armado. El pasado 16 de septiembre Obama estuvo en un ascensor con un contratista de seguridad armado y con antecedentes por agresión.

El incidente ocurrió durante una visita de Obama a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades en Atlanta y violó los protocolos de seguridad según los cuales ‘sólo miembros del Servicio Secreto pueden portar armas en presencia del mandatario’.

El diario The Washington Post informó que el arma fue hallada después de que el Servicio Secreto se aproximara al hombre por haber grabado un video en el ascensor.

«Esta persona estuvo presente a una distancia de un metro del presidente con un arma» señaló el congresista de Utah Jason Chaffetz, quien preside un subcomité de la Cámara de Representantes que supervisa el Servicio Secreto.

Otro congresista, el republicano Michael McCaul, pidió una revisión general del Servicio Secreto y dijo que «el episodio se suma a la creciente lista de fallas de una agencia plagada de desafíos operativos, problemas culturales y dificultades a la hora de reportar».

Por si fuera poco, integrantes del Servicio Secreto de EU se han visto envueltos en episodios calificados como vergonzosos, como el de hace dos años durante la Cumbre de las Américas, en Cartagena, Colombia, cuando 11 agentes fueron suspendidos por un escándalo con prostitutas.

El hecho generó revuelo en la opinión pública y algunos consideraron que puso en tela de juicio el funcionamiento de la agencia federal y cuestionó la seguridad a nacional.

El jefe del estado mayor conjunto del ejército de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, dijo en su momento que estaba «avergonzado» por el incidente, que distrajo la atención del evento regional en la costa colombiana.

«Decepcionamos al jefe, pues nadie está hablando de lo que ocurrió en Colombia más allá de este incidente».

Dos años después, en marzo de 2014, tres agentes que forman parte del equipo de seguridad de Obama fueron suspendidos tras pasar una noche bebiendo en Ámsterdam, Holanda, horas antes de la llegada del presidente.

En noviembre de 2011, un hombre se estacionó al sur de la Casa Blanca y comenzó a disparar con un rifle semiautomático.

Al menos siete balas alcanzaron la residencia presidencial, en la que no estaban Obama ni su esposa Michelle pero sí una de sus hijas, Sasha.

Según The Washington Post, los supervisores del Servicio Secreto no se dieron cuenta de que los disparos habían golpeado la Casa Blanca sino hasta cuatro días después, cuando un empleado descubrió un vidrio roto y un pedazo de cemento.

«El episodio expuso problemas en múltiples niveles del Servicio Secreto y demostró que una organización que ha sido vista como una fuerza élite de patriotas abnegados y altamente cualificados -capaces de recibir una bala por el bien del país- no siempre está a la altura de su trabajo», escribió el diario en su recuento del episodio.

Dos años antes, en noviembre de 2009, una pareja logró colarse a la primera cena de estado del presidente Obama, en honor del primer ministro indio, Manmohan Singh.

Tareq y Michaele Salahi aparentemente no estaban invitados a la gala, pero lograron pasar por los chequeos de seguridad, ingresaron al recinto e incluso saludaron al mandatario, todo para publicar las fotos del evento en Facebook y presumirlas a sus amistades y conocidos.

El Servicio Secreto suspendió a tres agentes por el incidente y el entonces director de la agencia, Mark Sullivan, lo describió como una «aberración».

«A juicio nuestro, se cometió un error», dijo. «En nuestra línea de trabajo, no podemos permitirnos ni un error».

Fuente: Noticieros Televisa

redaccion

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