ColumnistasJosé Luis Ortega Vidal

Los dos años que vienen y el Veracruz del Narco-Estado mexicano

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CLAROSCUROS

José Luis Ortega Vidal

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Dos momentos históricos se ligan al proceso de descomposición política, al rompimiento del tejido social que vive México y en particular regiones como Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Jalisco, Baja California, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Morelos, el Estado de México, entre otras entidades del país:

a) El surgimiento de Miguel Angel Félix Gallardo como la figura emblemática del Narco-Estado mexicano, desde las catacumbas de las fuerzas policiacas federales y la clase política de su época.

El Padrino, a su vez, trajo a luz -en la década de los 70s- un proceso histórico añejo: el nacimiento del narcotráfico desde el gobierno de la primera mitad del siglo XX tanto en México, Estados Unidos como en otras partes del mundo.

b) El asesinato del periodista Manuel Buendía Tellezgirón el 30 de mayo de 1984, con cuatro o cinco balazos en la espalda –hasta sobre ese dato hay versiones distintas-.

¿Quién ordenó su muerte? ¿Por qué?

Buendía tuvo diversos enemigos potenciales a partir de las investigaciones que dio a conocer en su columna: Red Privada, célebre por su gran calidad periodística y su peso político en todo el país: la CIA, la Ultraderecha (Los Tecos, de Guadalajara, por ejemplo), el crimen organizado, el gobierno mexicano, entre otros.

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La muerte de Manuel Buendía constituye una novela policiaca en la que Veracruz aparece mencionado en numerosas ocasiones, con referencias a la zona Sur y concretamente a Coatzacoalcos.

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Un grupo de alumnos de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación –generación 86-90- invitó alguna vez a Carlos Monsiváis (+) a ofrecerles una conferencia en las instalaciones de la Faccytc, U.V.

Generoso el intelectual acudió y entre otros temas se le cuestionó sobre el caso del asesinado reportero de Excélsior y amigo suyo: Manuel Buendía.

Manuel murió como quería. Alguna vez me dijo: no quiero morir en la cama, quiero morir trabajando y así murió. Siempre andaba armado. Yo no, yo sí quiero morir en la cama…

Fue la respuesta vaga, evidentemente temerosa del cronista.

Vale la pena leer el texto que se ubica en esta dirección:

http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2014/06/01/manuel-buendia-30-anos-de-su-asesinato/

Va un pequeño asomo sobre su contenido:

El 30 de julio de 1984, el periodista argentino Miguel Bonasso, quien era corresponsal en México de la revista Semana, mencionó la hipótesis de que Buendía pudo haber sido asesinado por descubrir una importante operación de la CIA de tráfico de armas hacia Centroamérica.

“Esa operación –escribió Bonasso– bien podría consistir en el tráfico de armas desde México hacia Honduras y Costa Rica. Según esta versión, desde Coatzacoalcos (en plena área petrolera) saldrían armas para abastecer la contrarrevolución nicaragüense. En el affaire estarían comprometidos funcionarios de Pemex y dirigentes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, a quienes Buendía hizo blanco de frecuentes denuncias sobre corrupción”.

El libro Los Señores del Narco de Anabel Hernández es –también- lectura obligada.

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A los 70s del cártel de Guadalajara…*

A los 80s de la muerte de Buendía…

A los 90s de la guerra entre cárteles que pelean por el control del tráfico de drogas y por venganzas…

A la primer década del siglo XXI mexicano.

– Cuando llega al poder la derecha ligada a la ultraderecha que Manuel Buendía criticó y enfrentó

– Cuando el ejército es sacado de los cuarteles para enfrentar a un enemigo del que fue cómplice.

– a) Los hechos del llano de la víbora en 1991 (http://www.proceso.com.mx/158204/la-pista-clandestina-era-campo-de-entrenamiento-de-soldados)

– b) José de Jesús Gutiérrez Rebollo, el Zar Antidrogas que protegió a un narco (http://www.milenio.com/policia/zar-antidrogas-protegio-capo_0_211179349.html9

– Cuando inicia la muerte inútil que ha continuado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, por cortar las hojas sin arrancar la raíz del crimen organizado…

A los últimos 46 años de Narco-Política en México, le restan preguntas obligadas:

¿Qué nos depara con los 2 años de gobierno panista en Veracruz?

¿Qué nos depara el 2017 a los veracruzanos que renovaremos alcaldías debilitadas, amedrentadas, rebasadas en toda su estructura: administrativa, política, económica y de seguridad pública?

¿Qué nos depara el 2018 en un país políticamente dominado por corruptos e impunes, sin democracia, con instituciones frágiles, de partidos podridos hasta las entrañas, poblado por ciudadanos indefensos o cómplices?

VARIA

Víctor Esparza, Regidor Séptimo en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos, añora aquellos años cuando fue delegado de la CONAGUA en Veracruz, durante el sexenio de Felipe Calderón….

Es el caso de Abel Cuevas Melo, otrora delegado de la poderosa SEDESOL…

¿Ambos políticos, se estarán reportando listos para sumarse al equipo de Miguel Angel Yunes Linares?

Como diría Renato Leduc: ¡Ay amor de aquellos tiempos, cuánto añoro, la dicha inicua de perder el tiempo!

· El término cárteles para definir a grupos delincuenciales en México no surge en los 70s. Tal nombre es posterior.

Sin embargo, algunas de las figuras representativas de los cárteles mexicanos tienen sus antecedentes en esa década y en su nacimiento, desarrollo y consolidación siempre aparece ligado al Estado mexicano.

El Narco-Estado de los 70s tiene sus antecedentes en el proceso de represión conocido como La Guerra Sucia que se ubica entre los años 60s y 70s, con antecedentes en la década de los 50s y ligado –entre otros factores- a la falta de democracia y a la existencia de un Estado represor, con ejercicio de poder cien por ciento vertical.

redaccion

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