ColumnistasVíctor Iván Calderón Flores

PRI, un desmadre

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Perfilando
Por Iván Calderón
* Catemaco y González Azamar

Indudablemente dentro de la era del “postduartismo” la incertidumbre reina dentro del priismo veracruzano.
Su presidente estatal (si es así que se le puede llamar) Renato Alarcón Guevara no ha logrado unificar a todas las corrientes internas de este partido, existiendo un descontrol total en la designación de candidaturas a alcaldes, y ni que decir en las posiciones edilicias, donde la guerra interna es intestina.
Ni Héctor Yunes, ni Pepe Yunes, ni los diputados federales o locales han logrado un reacomodo de sus fuerzas, mientras que Alarcón sin ser un auténtico político de estado y completamente ajeno a la situación real de cada región de la entidad, toma decisiones como una veleta, por recomendaciones de terceros, sin saber en realidad qué es lo que pacta.
Se tiene que decir, en el PRI de Veracruz se vive un completo desmadre.
La neta.
Mientras esto pasa, un hombre que contaba con algunas credenciales, se ha convertido en un líder papel, tan frágil que cualquiera puede hacer berrinches políticos, renunciar a su militancia y desgastar aún más a un tricolor que vive su peor momento.
Han sido ya muchas y muchos los priistas que han hecho rabietas contra su presidente, acusándolo de poca apertura, de hacer amarres en lo oscurito, aseverando que además que ni lo conocen en sus respectivos pueblos, mientras que Renato aletargado e inactivo, calla y otorga las imputaciones.
Tal es el caso de la aspirante por el PRI a la alcaldía de Catemaco, una tal Julia Hernández quien al quitarle su posición electoral, ya que finalmente existió una coalición con el Partido Verde, renunció a su partido, no sin antes dejar a Renato Alarcón “como lazo de cochino”.
A todo esto, ¿dónde está la fuerza conciliadora del presidente? ¿Existe acaso un trabajo partidista?
Diría el maestro Francisco Licona, los priistas van mal y de malas, y su “líder” Renato como mirón de palo.
CATEMACO Y GONZÁLEZ AZAMAR.
Por cierto, ya que hablamos de la renuncia de una aspirante del PRI a la alcaldía de Catemaco, se tiene que apuntar que al parecer le están regalando la próxima presidencia municipal a la esposa de Jorge Alberto González Azamar.
Le explico.
En el municipio de Catemaco mientras no se pongan de acuerdo, el único beneficiado es el actual primer edil y la aspirante de Nueva Alianza María Luisa Domínguez Bucio quienes representan hasta el momento el único grupo político consolidado en esta población.
Y es que aunque todos digan que los catemaqueños no quieren a Azamar, este personaje ha ganado elecciones en reiteradas ocasiones y por diferentes partidos; en 1992, en el 2000, en el 2008 y en el 2014 ganó y nadie lo quería. Y esta vez la ex titular del DIF aparte de contar con el apoyo de su cónyuge, reúne el respaldo de catemaqueños y del diputado local Vicente Benítez los cuales están “tejiendo fino” para lograr sus objetivos.
Dicen que para los del equipo “turquesa” es mejor que sigan así y que no los sigan queriendo.
Ya veremos qué es lo que pasa.
@IvanKalderon
ivancalderonflores@outlook.com

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