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Futurismo

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Humanismo 21

Por Juventino Ferreira Rosas

 La tormenta informativa propia del proceso electoral del pasado reciente y de la gabinetitis consecuente, sacaron del letargo a la prudencia y ésta recomendó guardar la pluma por un rato; “no es tiempo de ideas, cuando anda de fiesta la aldea”.

Así que entremos en materia ahora.

El futuro es tema de preocupación y de marcado interés para todos, pero especialmente para líderes y gobernantes.

En su sentido más simple, el futuro es el tiempo calendario por venir y ese concepto tiene grandes referencias históricas como son las construcciones que han sobrevivido al propio tiempo; teniendo un ejemplo en las pirámides  prehispánicas en América y los círculos de piedra conocidos por toda Europa. Calendarios de piedra al fin.

Hoy la cosmología nos obsequia más claro el concepto, el universo es entre otras acepciones, una máquina del tiempo, que incluye millones de maquinitas menores, y entre ellas, nuestro sistema solar, con los tiempos correspondientes a cada planeta.

Ahora bien, el futurismo es una búsqueda de conocimiento a partir de  ciclos de tiempos, grandes y pequeños.

En ese tenor una concepción del futurismo puede ser simplemente una proyección del presente, como suele suceder con las campañas políticas y los procesos electorales; y es que por su propia naturaleza, no puede ser de otro modo, solo pueden abordar esquemas de corto plazo.

Otra forma de abordar el futuro es como un proyecto social por construir,  conciliado y compartido mayoritariamente por el cuerpo social, por el pueblo.

Otra dimensión del futuro se aprecia desde la perspectivas de toda la gama de intereses conocidos y hasta de los no confesos, pero que no podemos ignorar, porque sencillamente son parte de la realidad que nos rodea. Inexcusable.

Apoyados en los grandes tiempos podemos considerar a los eventos del futuro como el proceso lógico e integral del tránsito de la humanidad, en su viaje por el tiempo, hacia la eternidad.

Desde luego el concepto toma especial significado para todos los actores políticos, por ser una componente insoslayable en la carta de las posibilidades de cada quien.

En la visión ecosistémica, el futurismo bien puede ser la tendencia de cada ecosistema, visto desde la condición de ser un soporte de vida y en relación con su capacidad para cumplir con tal función.

Y pueden agregarse otras concepciones sobre el futuro, y con certidumbre sustentada en la experiencia, podemos considerar que todas estarán incluidas en el futuro de todos, real, tangible, como parte de la matriz de vida universal.

Entonces podemos hacer una síntesis que a simple vista puede parecer temeraria, pero como es un  invento de la realidad;  existe.

Así podemos tal vez aceptar que el futuro es fruto de todo lo anterior y otros componentes, que pasados por el tamiz de las Leyes de la Evolución, como son la adaptación, mutación, equilibrio, y relatividad vital, modulan las aportaciones de cada uno de los actores, dando por resultado las circunstancias para cada   pueblo y cultura,  teniendo la oportunidad de compartirlas como matriz particular para su evolución social e individual.

Así que el futuro, o al menos una buena parte de él, resulta de los esfuerzos de todos, sin excepciones.

El mañana ya lo estamos construyendo desde hoy, con muchas rosas y sus con sus correspondientes espinas, sin olvidar el más exquisito de los aromas. Así es la vida, ¿qué le hacemos?.

Humanismo 21 es cultura de vida y evolución,  y saluda con afecto total  a sus lectores y les desea ilimitada prosperidad en este año nuevo.

 A sus respetables ordenes en;

ferreiraconsultor@gmail.com

Un millón de gracias y hasta siempre.

redaccion

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